Empezaré por decir que yo fui racista y hasta nordicista, fui simpatizante incluso de la vertiente esotérica del Nazismo expuesta por Miguel Serrano al punto que aun tengo contacto con individuos Hitleristas esotéricos cercanos a la familia de don Miguel, gente que considero valiosa pero por la que ruego se conviertan al Catolicismo. Digo esto para que se entienda que mis críticas al nazismo y corrientes afines no son las críticas de un normi cuyo entendimiento es el de los medios de comunicación, yo lo viví y lo viví con gente cercana al liderazgo de estos movimientos nacionalistas. Joder, si alguna vez, no hace mucho, algunos de los autores (incluyéndome) en Mundo Republiqueto fuimos anfitriones de un podcast en el Daily Stormer en Español. Tiempos locos aquellos.
Entrando en materia y de manera sucinta: el racismo de corte noreuropeo, de corte «nazi», es totalmente incompatible con el carácter y la historia hispana. Está fundamentado en la manera de haber experimentado la historia de pueblos aislados y/o de poca importancia histórica hasta hace relativamente poco y que comparten tradiciones totalmente distintas a la Española. El tema de los problemas e incompatibilidades religiosas ya lo cubrimos aquí en otro artículo. Acá hablaré es con una perspectiva un poco más de indole personal o psicológica.
Los Hispanos provenimos de la tradición de los grandes imperios multi-etnicos del mediterráneo (un imperio no puede ser de otra forma), esto no quiere decir que estos imperios se parecían al «multiculturalismo» progre actual, pero quiere decir que estamos acostumbrados a lidiar y a asimilar gente que no tiene necesariamente nuestro mismo origen racial o cultural. Incluso si los delirios nordicistas de que todos los líderes Romanos y Griegos eran arios nórdicos es cierto, esto no quiere decir que el pueblo llano lo era y a eso es lo que me refiero por «lidiar» y «asimilar» a otros.
Los racistas siempre hablan de orgullo racial; estar orgullosos de su raza, de su nación, esto lo mezclan con temas justamente de la «pureza» racial y la «preservación» de esta, en esencia igualan «nación» con «raza». La raza blanca es superior a todas por sus «logros» y debe permanecer separada y pura, contaminarla con los detritos raciales inferiores de otras razas es traición, es un horror. Acá es donde se ve el sesgo «nordicista» o más bien, como la premisa no puede aplicarse Universalmente, porque solo un grupo de gente que se la pasó aislado, que no tuvo mayor contacto con otras razas o civilizaciones o que al hacerlo, lo que hicieron fue exterminarlas o mantenerse completamente separados, puede darse el lujo de hablar del componente racial de la historia en esos términos.
Esas premisas de «pureza», no solo racial sino cultural, son completamente antitéticas a una potencia con historia de asimilar a otros, no solo en el tema cultural sino hasta el racial. Un Hispano, sobre todo un Hispano Americano, racista, bajo los términos antes descritos siempre sufrirá de cierta esquizofrenia, pues siempre requerirá sentir vergüenza por su propia historia, no sólo incluso historia nacional sino hasta historia personal, pues no vaya a ser que se descubra que su padre o alguien de su familia no tiene fenotipo «100% Bávaro» y debe mentirle a los demás y a si mismo sobre sus orígenes.
Un Hispano racista, siempre estará en guerra con su propia historia e identidad porque mientras el «nazismo» o «racialismo» te habla de «ogullo racial», se refiere es, en verdad, al orgullo «blanco» siempre buscará y alabará esa «pureza blanca».
La premisa le sirve, de nuevo, a esos pueblos que tuvieron el lujo de mantenerse aislados hasta hace poco, pero para que un Hispano las asuma debe: Sentir cierta aprensión, vergüenza o hasta rechazo por Andalucía y su historia «morisca», sentir arrepentimiento por la gesta imperial en América pues el mestizaje está mal ya que degradó la raza blanca española y produjo monstruosidades inferiores mixtas (incluyendo quizás a alguno de sus ancestros), no puede sentir orgullo por su imperio , debe rechazar a los cientos de millones de personas que hablan su propio idioma porque no son de la «raza correcta». El rechazó racista por lo hispano llega a tal punto que muchos racistas piensan que el Español no es un lenguaje Europeo sino «marrón», o si aún lo consideran un lenguaje «Europeo», sorpresa, es el más «impuro» y «mezclado» de todos los idiomas «blancos».
Ya vemos entonces que el «nazismo» o «nordicismo» o «racismo pro-blanco» sirve es para generar admiradores, no de España o del pueblo al que uno pertenezca, sino de los «Arios», generalmente traducidos en «Germanos» y «Escandinavos», de hecho pareciera construido en contra de lo que fue y es el mundo Hispano. Toda grandeza de la Historia Hispana debe ser pasada por el prisma de esos dos grupos: España es valiosa a medida que se asemeje y asuma su herencia «Germanica», mientras comparta similitudes a esas naciones. España entonces, siempre será un país de segunda con logros de segunda, porque resulta que no puedes ser más Anglosajón que un Anglosajón mismo.
La carrera del racismo es una carrera que los Hispanos no pueden ganar, no podemos competir con los demás. Imagina competir con gente que se la pasó aislada y «pura» toda su historia, imagina competir con gente que a donde iban creaban apartheid y no se mezclaban con nadie. Imposible igualar eso dada la historia de España desde los moros hasta la conquista de América. Por eso el «racista» Hispano, siempre vivirá alienado, siempre debe favorecer la historia de otros países y de extranjeros, siempre debe entender su propia historia bajo filtros foráneos, siempre debe estar listo para pisotear y renegar algún aspecto de su herencia. Un racista Hispano siempre va a vivir embobado con lo que hicieron otros.
P.S. antes que lluevan los hombres de paja, que inevitablemente vendrán:
-No somos «supremacistas marrones» ni estamos argumentando la supremacía de los mestizos sobre los «blancos puros», si acaso que los «marrones» y su inclusión es un hecho formativo y clave en la historia de España en contraste con la historia de otros.
-No deseamos la «destrucción» de la «raza blanca» en Europa (o América) a través del mestizaje o la invasión extranjera.
-No estamos diciendo ni abogamos una versión histórica en la que todos los Españoles en verdad están mezclados, sea con moro, judío o indio, al contrario, ese es un meme anti-hispano, perpetuado justamente por los defensores de las teorías raciales que impugnamos aquí, de cuando el racismo era la visión social imperante y aceptada, ahora que el racismo es tabú, los españoles son lo opuesto en el imaginario colectivo normi: unos racistas, anti-semitas sádicos.
Estoy simplemente señalando la incoherencia y las acrobacias mentales que se necesitan para ser Hispano y esposar ideas que se construyeron en el peor caso directamente contra lo Hispano o en el mejor caso, totalmente al margen de toda influencia e historia Hispana.
