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Hispanismo explicado para nacionalistas latinoamericanos

En este artículo trataré de aclarar la confusión que existe en los círculos nacionalistas o «patriotas» de América Hispana en torno a lo que es el Hispanismo y lo que propone, haré esto enunciando mitos o premisas confundidas que creen los nacionalistas sobre el Hispanismo para luego explicar la postura real. Antes de comenzar quiero dejar claro que los sentimientos de patriotismo son encomiables y aunque los considero un tanto miopes, al menos apuntan en una mejor dirección que el simplemente ser un vendido a intereses extranjeros o ser esclavo de políticas liberales de «mercado», espero que si se aclaran las confusiones podamos acercar más las dos posturas, que, créanlo o no, es lo que busca el Hispanismo: naciones Hispanas fuertes, no débiles. Con esto dicho, empecemos:

Los Hispanistas son unos lamebotas de España y quieren que las naciones americanas estén sometidas a España de nuevo

Esta premisa sale de una total confusión o ignorancia de las ideas del Hispanismo y de lo que queremos decir por «España», además de un poco de ignorancia histórica sobre el rol de «España» en América. No, el Hispanismo no busca la sujeción de América a la España actual ni idolatramos o le «lamemos las botas», si acaso lo contrario, somos en extremo críticos de la España actual y en esta misma página hemos escrito sobre como España es tan republiqueta/bananera como cualquier país de América (puedes encontrar el artículo haciendo clic aquí) y como se encuentra totalmente a la deriva y alienada con ideas extranjeras que van en su detrimento, de hecho en varios sectores del Hispanismo se plantea que si algún país Hispano debería ser el nuevo guía o epicentro de la Hispanidad, que este sería México, no España. Entonces, cuando los Hispanistas hablamos de «España», hablamos generalmente del Imperio Español, del cual América fue parte integral. Los países americanos no fueron «propiedad» de España sino que fueron ellos mismos España o parte de «Las Españas». La España actual es tan resultado del quiebre del Imperio como lo puede ser México o Venezuela. Esta confusión parte de la versión totalmente distorsionada de la historia que se enseña en América donde España es retratada como una potencia extranjera invasora que básicamente fue repelida por los patriotas americanos, cuando la realidad es que las guerras de independencia fueron guerras civiles entre dos bandos distintos de Españoles Americanos, los «Españoles» a los que se derrotó eran gente tan americana como lo eran los «libertadores» («Criollos vs Peninsulares: la bella leyenda». Leer haciendo clic aquí). En fin, lo importante es que se entienda que cuando hablamos de «España» y lo «Español» no hablamos de la España de Pablo Iglesias, Zapatero o siquiera la de Franco.

Ustedes lo que quieren es revivir el Imperio Español

Esto se relaciona con la confusión o mito anterior, donde, de nuevo, se mezcla esta idea de «Imperio Español» con España como una metrópoli extranjera explotando a América. No, no buscamos revivir el imperio español porque el imperio español ya no existe y no se puede regresar al pasado, lo que buscamos es reivindicar la historia del imperio español («¿Por qué reivindicar el Imperio?» clic aquí) porque desde la independencia andamos con un complejo de inferioridad en la que rechazamos nuestro pasado Hispano favoreciendo todo tipo de ideologías y modelos extranjeros construidos no solo a espaldas de nosotros sino en nuestra contra, lo que nos hace tropezar constantemente en el camino, produciendo a algún individuo notable aquí y allá, pero en colectivo siempre yendo en retroceso y a la deriva.

No buscamos regresar a algún pasado «glorioso» que simplemente no volverá, lo que buscamos principalmente es explicar la verdadera historia de América y España y lo que sucedió en las independencias para así quitarnos los complejos y poder caminar erguidos y sin tropezar hacia el futuro, siendo esto una meta o idea que compartimos con los nacionalistas: queremos que nuestras naciones sean fuertes y soberanas, pero esto no sucederá si no se entiende la propia historia y lo que se hace es ensalzar a figuras brillantes individuales de nuestra historia sin entender bien los problemas de fondo que arrastran nuestros países.

Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión, de ingenio y hasta de género, y serán como relámpagos que acrecentará más la lobreguez de la noche.

Marcelino Menéndez y Pelayo

Es que los Españoles eran unos ladrones y explotadores

No es así, justamente esa idea de la «explotación colonial» y que España lo que hacía era robar a sus «colonias» es parte de esa mentira histórica que mencionamos antes y que se perpetua hasta hoy. Es parte de lo que llamamos la «Leyenda Negra anti-española» (clic aquí), que es básicamente un cúmulo de exageraciones, distorsiones y mentiras sobre lo que hacía el Imperio Español en el nuevo mundo. España no manejaba América como «colonia» sino que consideraba los territorios americanos como reinos españoles. España tenía un modelo imperial basado en el modelo Romano en el que los territorios conquistados se convertían en provincias de Roma, es decir se «romanizaban». España hizo lo mismo, «hispanizar» sus conquistas, la Hispanidad es en ese sentido una extensión de la Romanidad y eso es lo que heredamos los hispanoamericanos (Ver: «Romanidad hacia Europa e Hispanidad hacia América» clic aquí) para luego rechazarlo por modelos imperiales de corte anglosajón y francés durante y después de las independencias (ver: «La Sinfonía Inconclusa de Hispanoamerica» haciendo clic aquí). Lo irónico de las narrativas e ideas de una España «extractiva» y explotadora de los pueblos americanos es que los territorios de América de hecho eran más ricos y prósperos que la España peninsular que supuestamente se estaba aprovechando de ellos al robarles el oro y la plata. Al tema de la riqueza en América durante el imperio le dedicamos un episodio entero de nuestro podcast que puedes escuchar haciendo clic aquí.

Entonces ¿qué proponen los Hispanistas?

«La unidad lo hace todo y, por lo mismo, debemos conservar este precioso principio»

Simón Bolívar

Nuestra premisa base es que las independencias al final nos han debilitado a todos por ser un caso clásico del «divide y vencerás», ese es el problema principal, no el hecho que hubo algún tipo de «independencia» política con España. Lo que buscamos es que entendamos que no ganamos nada si seguimos artificialmente desunidos, no hay nacionalismo o soberanía posible si nuestros países no se unen, no en un nuevo «Imperio», pero en algo más parecido a lo que hicieron las trece colonias británicas en América para poder independizarse del imperio británico ¿de qué otra manera se le combate a un imperio? A nosotros en América nos amenaza el Imperio Yankee y el Imperio Chino y a España, pues España es básicamente colonia actual del Imperio Franco-Alemán conocido como la «Unión Europea», no es una nación soberana. No tenemos oportunidad de enfrentar por nuestra cuenta a cada uno de estos imperios, solo una unión hispánica puede hacerles frente. Estamos desperdiciando nuestra herencia y potencial en el insistir en cada uno jalar por su lado. Pero no nos vamos a unir si no entendemos nuestro pasado común, lo poderosos que fuimos y por ende lo poderosos que podemos llegar a ser.

La unión es imposible

No, la unión no solo ya existió en el pasado, sino que las bases para que se vuelva a dar ya existen en todos los terrenos excepto el político: todos hablamos el mismo idioma, seguimos la misma religión y realmente somos muy similares entre nosotros. La idea que la unión es imposible porque «nos llevamos mal» por estupideces como el fútbol o chovinismos superficiales es básicamente un meme (ver: «El Chovinismo de las Superficialidades» haciendo clic aquí) . Las colonias británicas en América tenían divisiones mucho más graves y profundas que las que tenemos nosotros. La unión no es imposible, pero no se va a dar si no trabajamos para hacerla posible.

Conclusiones

Con esto espero haber aclarado algunos de los desaciertos o posturas confusas que se manejan en los círculos nacionalistas de América. El Hispanismo no busca disolver naciones que, por más que critiquemos el proceso de su independencia, ya existen, sino que buscamos es, dadas las circunstancias, el potenciarlas y presentar un frente unido para no estar desamparados ante las grandes potencias globales de la actualidad.

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