Los supuestos «hechos diferenciales» en el mundo hispánico

Mientras que en el siglo XIX en Italia y Alemania se creaban mitos para unificar, en España e Hispanoamérica se recorría el camino inverso, siendo que hasta hoy perduran muchos mitos reputados como «hechos diferenciales» que algunos califican hasta de insalvables. Con todo, nos adentramos en estos mitos planteándonos algunos interrogantes:

-¿Es España un país muy diverso entre sí mientras que Francia, Italia o Alemania son países absolutamente homogéneos?

-¿Son los vascos una raza pura y aislada del resto de la Península?

-¿Fue Cataluña una nación independiente hasta la llegada de los Borbones?

-¿Son los gallegos celtas y no intervinieron en la Reconquista?

-¿Son los andaluces árabes?

-¿Es la gastronomía un motivo nacionalista para las repúblicas hispanoamericanas?

-¿Existen diferencias brutales en el mundo del foclore tanto español como hispanoamericano?

Ante ello, planteamos varios temas. A saber:

-El origen del Partido Nacionalista Vasco y cómo ha llegado a tener tentáculos en América.

-Los vascongados como pretorianos de Trastámaras, Austrias y Borbones; hasta su intervención en América (véase, por ejemplo, la Compañía Guipuzcoana de Caracas).

-La prosperidad de Cataluña en el siglo XVIII, desde el proteccionismo textil a la pérdida del monopolio andaluz-americano.

-La utilización de las lenguas regionales como armas arrojadizas.

-Coincidencias folclóricas como la flauta herreña, el txistu vasco o la flauta rociera; la gaita gastoreña, la alboka vasca o la gaita serrana madrileña; o la presencia de jotas y seguidillas por toda la Península y territorios adyacentes. Asimismo, el fandango como molde musical de ida y vuelta extendido por todo el mundo hispánico, muy vivo, por ejemplo, en México, Venezuela y Perú. Y por supuesto, la conexión del flamenco con las músicas hispanoamericanas frente a los mal llamados «purismos».

-La realidad de muchos platos que creemos «únicos» y «diferentes».

De todo ello y algo más departimos aun a riesgo de que haya quien pida el cierre de nuestros respectivos canales por los abanderados de la «libertad», al tratar temas -digamos- «polémicos». Válganos un poco de ironía y humor y si quieren y pueden, pasen y vean:

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