Como Católico seguramente te habrás enfrentado alguna vez a algún evangélico, ateo o progre que te habrá echado en cara «los millones de la Iglesia», en referencia a que al parecer la Iglesia tiene mucha plata y los cristianos no deberían tener dinero alguno sino darlo absolutamente todo a los pobres, o algo por ese estilo, puede que no sea eso literalmente lo que digan pero es más o menos lo que están diciendo: «la Iglesia acumula dinero cuando debería donarlo a los pobres». Acompáñenme a exponer la gran hipocresía y falacias detrás de estos «argumentos».
De entrada dejemos algo claro: no se sabe con exactitud cuanto dinero tiene la Iglesia. La cifra es básicamente imposible de calcular ¿por qué? Porque la Iglesia tiene miles de años y en ese tiempo ha generado obras de arte que son en esencia invaluables ¿cuanto «vale» la basílica de San Pedro o la Capilla Sixtina? Imposible de responder, sobre todo porque la Iglesia no tiene interés alguno en vender estas maravillas así que no manda a «cotizarlas». Además de lo anterior está distribuida en todo el planeta, esto hace que la Iglesia sea dueña de grandes cantidades de bienes raíces que, de nuevo, no tiene interés alguno en vender así que no hay «cotización». En efecto mucha de la riqueza de la Iglesia está completamente descentralizada, no es el Vaticano el que tiene el dinero sino las cientos de miles de parroquias locales y arzobispados.
Entonces ¿de qué nos están hablando cuando hablan de los «millones de la Iglesia»? siendo caritativos con nuestros rivales que, asumamos que no es a esa riqueza incalculable a la que se refieren, porque pues…no hay referencia posible, sino que están hablando de la riqueza «calculable», en esencia a lo que la iglesia le entra como ingresos cada año y que al parecer destina para si misma y no para los pobres. Esta si es más o menos calculable y se encuentra alrededor de los 300 millones de dólares. Trescientos millones de dólares no es poco, pero ¿es mucho? ¿es tanto como para hacer críticas de la avaricia del Vaticano? Pues pongamos en perspectiva esa cifra.
Inversión en caridad
La Iglesia invierte más en caridad que cualquier otra organización en el mundo. Si comparamos por ejemplo a la Iglesia con la Fundación Bill y Melinda Gates, que es la segunda fundación caritativa más rica del mundo a la fecha de escribir esto, de acuerdo a su reporte de gastos, en el 2019 invirtieron o gastaron 4 mil millones de dólares en sus programas de caridad a nivel mundial ¿la Iglesia? Bueno de acuerdo a The Economist la Iglesia entre gastos de salud (la Iglesia maneja alrededor de 100 mil institutos de salud en todo el mundo), educación y «caridad» en un sentido general gasta más de 100 mil millones de dólares al año, de hecho sólo a través de la organización Cáritas la iglesia iguala lo invertido en caridad por Bill y Melinda Gates. La Iglesia supera por completo en inversión caritativa al top 5 de las organizaciones laicas de caridad en el mundo.
Otro dato interesante es que por ejemplo en España la Iglesia re-invierte en la sociedad el 138% de sus ingresos por lo que recibe del IRPF, lo cual simplemente demuele la tontería de que la Iglesia «vive» de los impuestos de los gobiernos o que se los aprovecha, si acaso, la Iglesia invierte mejor ese dinero que el mismo gobierno.
Indignación selectiva anti-católica
Este apartado será corto y es simplemente para mostrar como la indignación contra la Iglesia por su dinero es totalmente selectiva y parte del típico anti-catolicismo que reina en occidente desde hace dos siglos.
Jeff Bezos es un solo individuo y a el sólito le entran 75 mil millones de dólares al año a sus arcas. Es decir a esta sola persona le entra 250 veces más dinero al año que lo que se calcula le entra a la Iglesia entera y sin embargo el no maneja ni un solo hospital ni fundación de caridad. Como él, pero obviamente en una menor escala, habrá decenas o cientos de mil millonarios y «simples» millonarios ¿dónde están nuestros amigos que critican los «millones de la Iglesia» cuando se trata de esta gente y su cantidad obscena de dinero? En ningún lado, porque son víctimas de su propia ignorancia y las manipulaciones del sistema mundial al que no le gusta hablar de esas cosas, no vaya a ser que la plebe se indigne de verdad contra ellos, pero poner el ojo sobre la Iglesia si que le gusta.
Conclusiones
La Iglesia gasta más en programas de caridad en todo el mundo que el combinado de las mayores fundaciones caritativas no religiosas del planeta, pero la gente no lo sabe y está muy bien que la Iglesia se quede callada al respecto porque lo que hace la mano derecha no lo debe de saber la izquierda y la caridad no es un juego de relaciones públicas, pero nosotros los fieles si debemos defenderla con los hechos cuando sea atacada.
